Las entidades encargadas de las estadísticas
publican periódicamente el Producto Interno Bruto (PIB) con la dinámica de las
diferentes ramas de la actividad económica (agricultura, ganadería, caza,
silvicultura y pesca; construcción; comercio, restaurantes y hoteles;
transporte, almacenamiento y comunicaciones; y construcción, entre otras), información
que se presentan agregada por departamentos para determinar sus crecimientos y participaciones
en la economía nacional, lo que a su vez permite calcular el ingreso per
cápita.
Si bien el PIB nos habla del valor total de los
bienes y servicios producidos en cierto periodo de tiempo, muy poco nos dice, por estar referido a actividades sectoriales,
del vigor de la economía, nivel
tecnológico y grado de complejidad de las empresas.
Esto sugiere lo conveniente que sería expresar el
valor de los bienes y servicios producidos en una región con base en los negocios
existentes. Para lograr este cometido, sería procedente clasificar en dos grandes grupos los negocios sin importar a
que actividad económica pertenecen, así:
- Negocios Básicos: Se relacionan con la producción de bienes y servicios de escaso valor agregado que tienen como ventaja competitiva los bajos salarios, altos volúmenes de producción y reducidos precios de venta.
- Negocios sofisticados: Se refiere a productos más elaborados, con alto valor agregado, cuya ventaja competitiva se funda en talento humano calificado, innovación y tecnología.
Así que unas son las empresas que se aglutinan alrededor
de negocios básicos (commodities) y otras las que se concentran en negocios sofisticados
con la oportunidad de interactuar con empresas punteras y mercados exigentes.
O sea que si se hiciera una lectura de región, no
por la producción total de sus actividades económicas, sino por la valoración de los negocios en los que
participan sus empresas y los criterio de compra y poder adquisitivo de los
clientes que atienden, se tendría una estimación del ámbito tecnológico
empresarial y el grado de sofisticación de los bienes y servicios producidos.
En consecuencia, un cosa son las cifras globales de
las actividades económicas en una región, y otra diferente la información sobre
las clases de negocios existentes y las empresas
que en ellos participan, los eslabones de la cadena de valor que están presentes
y el porcentaje que captan del precio final pagado por el consumidor.
Sin duda que esto sería un mecanismo interesante y
novedoso para calcular la riqueza local y su distribución. Haciendo claridad
que una cosa es la riqueza que genera los negocios commodities que en buena
forma se mide en términos de ingresos, y otra diferente es la riqueza en los negocios
basados en cadenas de alto valor agregado en los que ésta empieza a ser
definida por la acumulación de
conocimiento susceptible de generar nuevos producto y servicios y, por ende,
nuevos negocios.
En consecuencia, la información sobre los negocios de
una región permitiría tener una idea a cerca de:
- La calidad de su educación
- La apropiación de la CT+i.
- La fortaleza de sus instituciones.
- El ámbito tecnológico en el que se mueven las empresas.
- La articulación de los diferentes eslabones en la cadena de valor.
- El nivel de internacionalización de la economía.
- La capacidad de interactuar con empresas punteras de otros países.
Armando Rodríguez Jaramillo.
Director NaoClúster - armando@naocluster.com
Director NaoClúster - armando@naocluster.com
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