Los complejos retos de la competitividad
Las empresas afrontan numerosos retos con diferentes grados de complejidad
cuando de ventajas competitivas se trata.
No basta con tener una estrategia consensuada del
negocio atractivo, rentable y de futuro en el que participan o quieren estar los
agentes del clúster, ni con identificar su cadena de valor, sino que es
fundamental saber qué deben hacer los actores institucionales (gobiernos, gremios
y universidades) y empresariales en cada eslabón de la cadena (proveeduría -
transformación - comercialización - distribución).
En este orden de ideas, hay que reconocer que si bien las empresas comparten un mismo
ambiente competitivo en un determinado segmento de negocios, esto no significa
que sus retos sean iguales. Las empresas son heterogéneas por naturaleza,
de ahí que son diferentes los desafíos que afronta una empresa manufacturera que
una de servicios de logística; una empresa de ocho empleados que una con 80 en su
planta de personal; una empresa en los primeros eslabones de la cadena de valor
con funciones de proveeduría que otra en el último eslabón que hace contacto permanente
con el cliente final; una empresa en la fase de inicio y supervivencia de su
ciclo de vida y otra que se encuentra en la de consolidación y expansión, un
empresa de familia que una con socios inversionistas sin parentesco alguno.
Es aquí donde se vuelve relevante el papel de una organización clúster como instrumento para
orientar y adecuar políticas y programas alineadas a las necesidades de las empresas,
creando soluciones para superar problemas en la cadena de valor, integrando unidades
productivas para satisfacer las necesidades del consumidor, haciendo lobby ante
gobiernos y organizaciones de compradores entre muchas otras cosas, de tal forma
que una organización clúster es un vehículo apropiado para contribuir
positivamente a la realización de acciones y gestiones que los empresarios por su
cuenta no pueden hacer o que les costaría mucho realizarlas, tales como:
- Desarrollo de consorcios de exportación.
- Participar en misiones comerciales.
- Desarrollar ferias y exposiciones.
- Implementar marcas conjuntas.
- Crear centros de desarrollo tecnológico.
- Facilitar procesos de transferencia tecnológica y de apropiación de la innovación.
- Adelantar proceso de integración horizontal de competidores.
- Disponer de una unidad de soporte técnico de normatividad y calidad.
- Articular cadenas de valor transversales que prestan servicios a varios clúster de forma simultánea.
- Adelantar programas de mejora de gestión.
- Crear observatorios y sistemas para mantener actualizados análisis estratégicos de los segmentos de negocios.
- Integración a las políticas públicas de desarrollo.
- Crear instrumentos de formación de talento humano pertinentes a las necesidades de la industria.
Finalmente, es conveniente tener en mente que si
bien los clúster requieren en sus primeros años del apoyo y tutoría de los gobiernos,
estos deben funcionar en el mediano
plazo bajo el liderazgo empresarial pero con la participación de los
agentes institucionales en sus órganos gobierno, fin ulterior que supone la
necesidad de contar con empresarios fortalecidos y comprometidos, y con empresas
consolidadas y exitosas.
Armando Rodríguez Jaramillo
Director NaoClúster - armando@naocluster.com
Director NaoClúster - armando@naocluster.com
Aquí se ve la falta de preparación de los gobernantes elegidos, la improvisación, la desarticulación de todos los sectores, y el poco interés en la competitividad del país, al firmar tratados de libre comercio sin tener procedimientos diseñados y probados ampliamente, que puedan garantizar el crecimiento, el fortalecimiento y el surgimiento de nuevas Empresas, que contribuyan a la satisfacción del aumento en la demanda externa e interna. Gracias por expresar cualquier avance que conozca en relación a lo que escribo.
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