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Interior de un avión futurista |
Hace
cinco lustros un gobierno introdujo en Colombia el estribillo de la apertura
económica, desde entonces hablamos de la globalización de la economía.
Sin
embargo, a pesar del vertiginoso desarrollo de la informática y las
comunicaciones, tecnologías que facilitan el acceso a millardos de terabytes de
información, hay regiones que tienen dificultades para ingresar a los flujos
mundiales del comercio y del saber, razón por la cual el progreso les llega tarde.
Un
principio fundamental de la economía es que el conocimiento fluya, que los
mecanismos de difusión de la innovación pasen de las empresas punteras al resto de empresas. Un país que esté a la vanguardia
en innovación y tecnología es porque tiene infraestructura y talento humano
dedicado a investigar y generar conocimiento, pero también porque tiene
empresas avanzadas que marcan tendencias en productos y servicios.
Las
regiones insertas en los mercados internacionales tienen más probabilidades de
conocer adelantos e innovaciones en razón a que sostienen relaciones comerciales
con empresas punteras, lo que las lleva a experimentar
aumentos de productividad de las firmas locales.
Regiones con relaciones comerciales endogámicas se
caracterizan por baja innovación y poca productividad. En las economías
cerradas hay propensión al estancamiento del conocimiento. En las economías abiertas la innovación crece y la productividad
aumenta.
Un
ejemplo de esto es el café.
Tradicionalmente Colombia ha sido exportadora
de café en verde, no como producto procesado. Sin embargo, el sistema de
protección al sector y el modelo de comercialización hicieron que nuestros cultivadores
no se sintieran exportadores porque no tuvieron contacto con empresas punteras. Ellos ignoraban a
qué país iba su grano, qué compañía lo compraba, qué tostadora lo procesaba, cómo
se vendía y, sobre todo, qué opinaba el consumidor final de su café.
Esto hizo que nuestros caficultores se
concentraran en producir para el comprador del pueblo y no para el mercado
mundial.
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Es urgente que cambiemos
nuestra forma de pensar y nos arriesguemos a navegar por el océano del comercio
y el conocimiento. Se requiere impulsar políticas de
desarrollo industrial y de apoyo a los empresarios para que exporten y se apropien
de la innovación, de esta forma mejorarían en productividad y competitividad. A
la par, también es fundamental que las universidades y profesores se inserten
en los flujos globales del conocimiento para que nuestros jóvenes salgan preparados
para laborar en empresas de talla mundial.
Armando Rodríguez Jaramillo
Director NaoClúster - armando@naocluster.com
Director NaoClúster - armando@naocluster.com
1 Comentarios
Quienes tienen las herramientas y los recursos para sacar adelante un País, son en su mayor parte, las personas elegidas y los nombrados por los elegidos.
ResponderBorrarLa prioridad de éstos ha dejado de ser el desarrollo uniforme y complementario, de todos los actores e infraestructura, que hacen realidad cualquier idea y que conducen al progreso y estabilidad de un País.
Exigen superar pruebas de todo tipo, a Empresas y Personas con ideas, conocimiento y experiencia, para acceder a recursos que ponen en funcionamiento el engranaje Social, cuando éllos, sin mostrar competencias útiles para el crecimiento general, amparados en las leyes que crean para protegerse, consumen un porcentaje muy elevado y costoso en recursos complejos de producir.
Hay muchos ejemplos de Países que siguieron este camino, y cuyo resultado y presente, es lamentable.
De igual forma, el ejemplo de Singapur, es un referente muy valioso para seguir. Es lo primero que debemos enfrentar y corregir.
Gracias por participar
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