A partir de los años
noventa el mundo empezó a familiarizarse con el término clúster gracias a los
trabajos de Michael Porte y otros que hablaron de las ventajas competitivas de
las empresas.
Clúster es un anglicismo
sin traducción al español, que se refiere a la aglomeración de empresas en una
determinada área geográfica integradas en una cadena de valor como proveedores
y compradores, formando una masa crítica significativa que comparte
información, que compiten produciendo bienes y servicios para mercados externos
y que hacen parte de la economía del conocimiento a través del uso de la
tecnología y la innovación.
En este sentido, los clúster son realidades regionales que
se dan y son susceptibles de organizar.
Un clúster se forma
paulatinamente a través de un efecto de surgimiento de empresas integradas en
un mismo negocio que facilita la ejecución de políticas públicas de desarrollo
empresarial y de promoción a la inversión. Es por esto que en muchos territorios se apoya al sector
productivo con iniciativas clúster para fomentar el desarrollo regional.
El papel de los clúster.
Expertos han
opinado que las regiones que tiene clúster con empresas integradas a negocios
de una determinada industria contribuyen sustancialmente, y de diferentes
modos, al crecimiento de la economía
local y al bienestar de la población través del fortalecimiento de las
empresas, generación de empleo, desarrollo de innovaciones y propiedad
intelectual, y formación de nuevos negocios.
El
estudio “Clusters, convergencia y desempeño económico”, publicado hace poco por
la revista Research Policy, recopiló datos sobre economías regionales entre los
años 1990 y 2005 en el Proyecto US Cluster Mapping (Universidades de MIT,
Harvard y Temple, y el Departamento de Comercio), evaluó en117 regiones de los Estados Unidos 41 clústeres industriales formados por múltiples
industrias relacionadas que ofrecen actividades complementarias que dan lugar a
rendimientos crecientes, y concluyó que las regiones pueden aumentar
sistemáticamente su rendimiento económico a través de la mejora de sus activos preexistentes.
Fortalecer
las ventajas comparativas locales.
Esto
sugiere que debería revisarse la
conveniencia para una región de transformarse imitando o persiguiendo
industrias situadas en otros lugares. Así que hay que evaluar si es práctico,
posible y necesario pretender convertir a las regiones en copias del Silicon
Valley (alta tecnología), del modelo chaebol (grandes conglomerados
tecnológicos) que registra conglomerados como Samsung en Corea del Sur o de las
industrias del entretenimiento como las del sur de California.
Así que
el camino que lleva al éxito industrial y al desarrollo integral posiblemente es
más práctico recorrerlo si los que toman las decisiones regionales locales
dejan de tratar de competir por atraer determinadas empresas o industrias
ofreciendo incentivos y facilidades, para concentrarse
en fortalecer la competitividad de las empresas existentes para que participen
en negocios atractivos, rentables y de futuro con lo que se estaría invirtiendo
en ampliar las propias ventajas comparativas a través de iniciativas clúster.
Armando Rodríguez Jaramillo
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