El águila que lleva una Ruta Competitiva
Una de las
mayores dificultades al formular una Ruta
Competitiva es hacer entender que no es un estudio ni un proyecto más.
Como el objetivo
de una de una Ruta Competitiva es promover el cambio con el fin de lograr
el refuerzo de la competitividad de las
empresas del clúster para obtener
una mayor rentabilidad a largo plazo, en la práctica no es conveniente que consultores
externos guíen la formulación de la estrategia para luego ir a hacer algo
similar en otra región, pues se corre el riesgo de llegar a una relación de
dependencia del equipo local que se podría ver obligado a recurrir a consultores
externos ante eventuales dificultades.
Crear capacidades locales
Por tal
razón se recomienda crear competencias en
los equipos locales entrenándolos en procesos de iniciativas de refuerzo de la competitividad
de las empresas mediante la orientación de expertos que les enseñen la metodología
y las estrategias de gestión del cambio. De esta forma se aumentan las
capacidades para avanzar en el mejoramiento de la competitividad, para incrementar
la comunicación y el diálogo entre las instituciones (públicas y privadas) y las empresas, y para aumentar
al interior del clúster el entendimiento común de los desafíos que deben
enfrentar y las opciones más interesantes, de forma que lleguen a un consenso sobre
las áreas de mejora y las líneas de acción que se llevarán a cabo.
Dicho esto,
es claro que lo que se pretende con una Ruta
Competitiva es adquirir la agudeza para identificar y competir en los negocios
más atractivos, rentables y sostenibles a futuro, entenderlos y determinar las mejoras y acciones para
estar en ellos. Es por esto que los formuladores de una para una Ruta
Competitiva deben tener una visión de águila
que les permita ver lo que otros
no ven.
Agudeza
visual.
El águila
posee una vista muy aguda gracias
a que tiene dos puntos focales en sus ojos, uno para mirar de frente y otro
para localizar la mirada hacia los costados escudriñando a la distancia. Sus
ojos están dotados de una gran cantidad de células receptoras de luz, unas
cinco veces más que las del ojo humano, y tienen un potente cristalino que les
permite fijarse en un objeto a pocos centímetros para cambiar rápidamente el
enfoque a otro situado a gran distancia.
De tal forma que recurriendo a esta analogía, lo que adquieren los equipos locales y agentes del clúster a través
de una Ruta Competitiva es desarrollar la agudeza visual del águila para
identificar el segmento de negocio más rentable y atractivo entre la gran
complejidad de negocios que hay en la globalidad de los mercados, de forma similar
a lo que hace el águila imperial que protagoniza el video, la cual es lanzada
desde lo más alto del edifico Burj Khalifa en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), a
830 metros de altura, para que busque a su entrenador que se encuentra en un
parque en algún lugar de la ciudad.
Así como el águila escudriña el paisaje con
su potente vista para ubicar su objetivo y lanzarse en picada hacia su
entrenador, a través de una Ruta
Competitiva se analiza una determinada industria y los criterios de compra
del consumidor con el fin de observar y
seleccionar el negocio en el que se debe competir, fijando áreas de mejora
y líneas de acción para llegar a él a través de un proceso de gestión del
cambio.
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Consultor en gestión de clúster.
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